Damas y caballeros:
Decidí revelar mi imagen verdadera. Ya saben ustedes que hablo alemán y un poco inglés. Pero debo confesar que siempre me gustaba el español.
Y sólo aquí pude saciar mi pasión secreta comunicándome con ustedes.
Les pido que no digan a nadie que me ven aquí. Ya saben, esos servicios secretos no me dejan en paz ni de día, ni de noche.