El viernes pasado fue el día "da Patria galega" y fue festivo en Galicia. Como siempre se celebraron diversas manifestaciones. Acudieron unas 25.000 personas a la principal de ellas (la convocada por el BNG). También, como es habitual, después de la manifestación se celebró una fiesta en una "carballeira" (bosque de robles) a donde, naturalmente acudió el doble de personas. Para continuar con hechos habituales diré que un elevado porcentaje pilló su "habitual" borrachera de estas fechas. El licor café hizo estragos, pues era de un sabor dulzón que deja al día siguiente una resaca de muerte (el auténtico licor café es más aguardentoso y menos dulce). Por suerte yo había salido la noche anterior, y como arrastraba un gran cansancio (
), casi no bebí. Desde ese estado de persona sobria y consciente contemplaba a amigos y amigas cayendo en la degradación alcohólica (
). Al día siguiente alguno me preguntaba si había hecho o dicho algo inconveniente. Yo, desde mi posición de persona respetable contestaba a sus dudas, a la par que vertía admoniciones sobre los males del alcohol (
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