De otro lado, si no hay trabajo …
REVUELTA URBANA EN FRANCIA
El anuncio de los toques de queda no impide una nueva noche de violencia en Francia
Varios edificios, como escuelas y parvularios, y más de 1.000 vehículos han ardido en la duodécima noche de disturbios
El anuncio del primer ministro francés, Dominique de Villepin, de autorizar a los prefectos (equiparables a los delegados del Gobierno en España) a que decreten el toque de queda en su región si así lo creen necesario para frenar la ola de violencia urbana que afecta a Francia desde hace 12 días no ha funcionado como se esperaba. De nuevo esta noche ha reinado la violencia, con la quema de más de 1.000 coches y más de 300 detenciones.
La de hoy ha sido la duodécima noche de violentos disturbios. Según el último balance establecido por la policía a primera hora de la mañana, 1.173 vehículos han sido incendiados, entre ellos varios autobuses, y se han practicado 330 detenciones. Además, las bandas de jóvenes han arrasado varios locales, entre ellos cinco escuelas de la ciudad de Lille, que ha sido una de las más afectadas por los disturbios. Además, una docena de policías han resultado heridos leves, según las mismas fuentes. Aunque las fuerzas del orden han sido objeto de nuevo de disparos con armas de perdigones, esta vez ninguno de los agentes ha sido alcanzado.
Como en noches precedentes, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se ha desplazado a varios escenarios por la periferia de París para manifestar su apoyo a los policías y bomberos que estaban lidiando con los altercados en el terreno. Sarkozy ha justificado la acción policial porque "no hay opción", ya que las alternativas son "el orden republicano o el orden de las bandas. Hace treinta años que se tolera un cierto número de cosas. No se puede tolerar".
El anuncio de Villepin de autorizar el toque de queda se produjo poco después de que el alcalde de Le Raincy, un suburbio de París, decidiera establecerlo por su cuenta y riesgo a partir de las diez o las once de la noche, una medida que ha calificado de "excepcional". Además, este regidor señaló que ha contratado agentes de seguridad para proteger determinados lugares.
El jefe del Gobierno conservador justificó la drástica medida porque la prioridad "inmediata" y "absoluta" es ahora el restablecimiento del orden y la seguridad ante los actos "inaceptables e inexcusables" de violencia y vandalismo. La medida será adoptada en un Consejo de ministros extraordinario que se celebrará mañana, dijo Villepin, quien anunció además la movilización de 1.500 reservistas de la policía y gendarmería, lo que elevará a 9.500 los efectivos sobre el terreno.
El primer ministro francés también anunció un paquete de medidas encaminadas a erradicar la violencia que afecta a los barrios más deprimidos, relacionadas con la educación, el empleo y la vivienda. Así, Villepin apuesta por multiplicar por tres las "bolsas por méritos" para los jóvenes dotados y que tienen "un sentimiento de injusticia". Además, pretende que todos los jóvenes sin trabajo sean recibidos por los organismos pertinentes para evaluar su situación y que en un plazo de tres meses se les proponga un empleo o una formación, según indicó en una entrevista en el telediario de la cadena TF1, el de mayor audiencia de Francia.
Con respecto a la vivienda, el primer ministro habló de su voluntad de acelerar el plan de renovación urbana, que ya se ha puesto en marcha en los barrios periféricos. Por otra parte, anunció que se van a restaurar las contribuciones a las asociaciones que trabajan sobre el terreno. Otra prioridad es "reforzar el poder de los alcaldes", dijo Villepin, quien quiere reforzar la coordinación de los servicios del estado en los barrios difíciles.
Primera víctima mortal
La viuda de Jean-Jacques Le Chenadec, la primera vícitima de la ola de violencia, se reunió ayer con el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, y expresó a la prensa su deseo de que los responsables de la muerte de su marido "sean castigados". En este sentido, dijo que Sarkozy le ha prometido lo que estuviera en su mano. A la reunión asistío también un vecino del fallecido, Jean-Pierre Moreau, quien fue agredido por los mismos individuos. De acuerdo con Moreau, Le Chenadec y él estaban en la puerta de su casa cuando dos individuos se acercaron y uno de ellos les preguntó de qué hablaban. Al responder que "de nuestros coches", uno le propinó un puñetazo en la cara al fallecido y éste cayó al suelo. Le Chenadec y Moreau habían sido apedreados una hora antes de la agresión mortal en el mismo lugar, al tratar de evitar que ardieran unas papeleras. Para Moreau -que ha calificado de "cobardes" a sus agresores, ya que, según ha dicho, se acercaron a ellos con la cara cubierta- el ataque fue "premeditado".
ELPAIS.es / AGENCIAS - Madrid / París
ELPAIS.es - Internacional - 08-11-2005 - 08:27