Salí de casa, en Rusia, y no me di cuenta que había dejado las llaves en la cerradura.
Cuando regresabamos a casa por la noche, me di cuenta de que no tenía las llaves en mi bolsillo, pero algo me decía que yo nunca las había perdido, es decir, que nunca habían abandonado mi bolsillo...
Llamamos a los dos pisos que están en el mismo "pasillo" (son estos edificios donde primero tienes la puerta del portal, después la(s) puerta(s) del pasillo que te corresponde y luego la(s) puerta(s) de casa.
Nadie contestaba, en un piso no había nadie, y si en el otro había alguien, daba igual porque era una persona que no se podía mover de la cama.
Seguímos esperando un poco, mi amiga prefería que nos fueramos ya a casa de su madre, porque "no tenía sentido esperar allí", era tarde...
Pero yo tenía un sexto sentido que me decía, espera un poco más, a ver que pasa. Bien, pues al de un rato vemos que se acerca alguien al portal, y coincide que era una persona que vive en el mismo pasillo.
Le decimos, déjenos entrar, que se nos han perdido las llaves... y claro, allí seguían, en la cerradura.
Fue algo muy raro, porque siempre me miro los bolsillos cada cierto tiempo, para ver si llevo todo. Por ejemplo después de haber estado sentado en un parque, o en un sofá... donde se pueden caer los objetos sin hacer ruido... pero ese día nunca comprobé si llevaba todo en los bolsillos.