A.
A buen hambre no hay mal pan.
A buen sueño no hay mala cama.
A caballo dado no se le ve colmillo.
A caballo regalado no le mires el diente.
A cada cerdo le llega su San Martín
A comida de olido, pago de sonido.
A Dios rogando y con el mazo dando.
Adiós las flores, yo con el aroma tengo.
Ahora es cuando chile verde le has de dar sabor al caldo.
A mi mis timbres
A pesar de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo.
A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga
A quien madruga Dios le ayuda.
A río revuelto ganancia de pescadores
A la gorra ni quien le corra.
A la mejor cocinera se le va un tomate entero.
A la tercera va la vencida.
A las mujeres y a los charcos no hay que andarles con rodeos.
Adentro, ratones, que todo lo blanco es harina!
Ah qué moler de criatura, parece persona grande!
Agua que no has de beber déjala correr.
Al buen entendedor pocas palabras.
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Al mal paso darle prisa.
Al mejor cazador se le va la liebre.
Al ojo del amo engorda el caballo.
Al perro más flaco se le cargan las pulgas.
Al que a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija.
Al que no le saben, le inventan.
Al que madruga Dios lo ayuda andarse por las ramas
Al son que me toquen bailo.
Aquellos que dicen que no se puede, no se interpongan entre los que lo están logrando
A río revuelto ganancia de pescadores.
Arbol que crece torcido nunca su tronco endereza.
Arrieros somos y en el camino andamos
Arroz que no se menea, se quema.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Aunque te chille el cochino, no le aflojes el mecate.
Ay qué buena está mi ahijada, pa'qué la habré bautizado!
(continuará)